LorenzoMediano.com > Obras literarias > Erotismo > Las llaves de mi placer
Historia: En 1993, llevaba varios años intentando ganar algún premio o publicar alguna novela, con muy poco éxito. En 1989, por su parte, Almudena Grandes había ganado el premio de literatura erótica La sonrisa vertical con Las edades de Lulú, con lo que se hizo archifamosa. Así que decidí leerme esta novela para aprender cómo se escribía. Y no me gustó nada. No digo que sea mala, pero desde luego, no es del estilo que me gusta leer o escribir. Pensé que yo podría hacer una novela erótica que empezaría... Los personajes tomaron forma en mi mente y se negaron a abandonarme. Suele ser bastante incómodo que los protagonistas de tus novelas te asalten de improviso; pero si son de novela erótica, la situación es insoportable. Por fin, tras un curso de yoga de varios días durante los cuales pude contemplar, oír y oler las andanzas de mis personajes, me rendí. Acepté escribirlos, con la condición de que luego me dejaran en paz para siempre (cosa que han cumplido, por fortuna). Escribí la novela en una semana, la corregí en otra, la mandé a Martínez Roca, y ¡sorpresa!. Aceptaron publicarla. Aunque le cambiarían el título: En vez de Las sombras del placer, se llamaría Las llaves de mi placer. Accedí, aunque sigo pensando que mi título era mejor. No es una novela erótica al uso. Es más bien un viaje a través del poder, del bien y del mal, y de cómo se manifiestan en la sexualidad. Y resulta estremecedora, sobre todo si se tiene en cuenta que me he inspirado en hechos reales. Aunque, desde luego, resulta excitante. Es muy difícil de conseguir un ejemplar de esta novela, salvo en subastas o tiendas de segunda mano. Tal vez algún día la reedite, o tal vez no. De la extensa literatura erótica que existe, sólo recomiendo, literariamente hablando, �Delta de Venus� de Anaïs Nin, e �Historia de O� de Pauline Réage. Las llaves de mi placer se publicó en 1994, por editorial Martínez Roca. El seudónimo utilizado fue G.Aramis Scheider.
Síntesis: Una joven monja que trabaja en un hospital, sor Ana de la Cruz, se enamora del doctor Leza, que es, en todos los aspectos, bueno e idealista. Con él descubre el amor... y el sexo. Pero pronto cae en manos del depravado doctor Dejuán, superior y enemigo del anterior; y establece con él una relación paralela llena de morbosidad y sadomasoquismo. En el cuerpo de sor Ana de la Cruz se establece una pugna entre las dos tendencias humanas, representadaspor cada uno de sus dos amantes. Una pugna cuyo desenlace puede ser fatal.
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