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Esperanto, lengua de la paz.
...viene de la tercera página.
¿Un sueño imposible? No, ya existido en Europa un "esperanto"; es decir, un idioma común: el latín de la Edad Media. Durante esta época, cualquier persona culta podía viajara otro país y escuchar clases universitarias, asistir a oficios religiosos, hacer pactos políticos sin intérpretes y realizar sus negocios. Lamentablemente, el latín es un idioma muy difícil de aprender, lo cual lo limitaba a las clases superiores; y es también un idioma poco flexible, a diferencia del antiguo griego, que, de forma similar al esperanto, puede formar palabras nuevas. De hecho, gracias a esta cualidad este idioma sigue siendo imprescindible para la medicina y para la técnica.
Algunos menos precian el esperanto, argumentando que es un idioma "artificial". En una época en la cual lo "natural" está de moda, decir que algo es artifical es un argumento aplastante. Sin embargo, esta crítica es falsa, está basada en un equívoco bastante difundido hoy en día, debido a la moda de lo "natural". Decir que algo es "artificial" sólo significa que ha sido "construido con arte"; indudablemente, el esperanto está construido con arte, incluso construido con mucho arte. ¿El esperanto es artificioso?, definitivamente, no. Es más, si es tan sencillo es porque se adapta perfectamente a nuestro instinto linguístico. ¿Acaso los niños, cuando empiezan a hablar, no intentan conjugar igual todos los verbos o formar de igual manera todas las palabras?. Los niños, al que enseña, le llaman "enseñador" y dicen "andó" en vez de anduve. Si el esperanto es tan agradable de aprender es porque satisface nuestro instinto de lógica y de regularidad. Por cierto, ¿la ortografía fue natural en nosotros o nos costó muchísimas horas aprender dónde colocar una "h" o un acento?.
La única diferencia entre el esperanto y las lenguas europeas más usuales consiste en que éstas suelen provenir de una mezcla del latín macarrónico de los campamentos romanos con la lengua de los pueblos bárbaros de turno. En cambio, el esperanto se originó gracias a la iniciativa del doctor Zamenhoffen el año 1887. Este doctor polaco vivía en una ciudad en la que convivían cuatro idiomas: ruso, polaco, alemán y hebreo; y todos los habitantes odiaban a los que no compartían su lengua. Tras aprender, además de los cuatro idiomas anteriores, inglés, francés, latín y griego, creó esta nueva lengua, tras trabajar diez años en ella. Pero en vez de darla como algo terminado, la ofreció a todo el mundo; así, cientos de escritores de toda Europa la empezaron a emplear (Tolstoi, por ejemplo) y cada lengua aportó, a través de ellos, lo más valioso que tenía : el ruso la libertad de ordenar las palabras; el alemán, la claridad de ideas; el inglés, la simplicidad gramatical; los idiomas latinos, la belleza y la limpidez sonora.
¿Cuál será el futuro? ¿Llegará alguna vez a imponerse el esperanto o, por el contrario, seguirán los idiomas imperiales disputándose la supremacía? Y, en este último caso, ¿Cuál será el siguiente que predomine? Porque un idioma no predomina en el mundo por su belleza, sencillez o precisión, sino porque detrás tenga una nación que disfrute de la supremacía político-económico-militar; y, la historia nos demuestra que esto es cambiante. ¿Quizás será el alemán? ¿O bien el japonés? Para los que hablamos esperanto, esta disyuntiva no nos preocupa demasiado. Es más, no nos preocupa en absoluto.